jueves, 30 de abril de 2009

Nada se mantiene oculto en la viña del Señor

Entrevista al sacerdote Federico Gagliardo, Expreso 22/04/09,
Durante una entrevista de aproximadamente dos horas el sacerdote guayaquileño de 67 años, Federico Gagliardo el sacerdote removido habló no solo de la incertidumbre de no saber a qué parroquia va, sino que fue enfático y enérgico cuando se refirió a los desconocimientos del arzobispo, sobre la “idiosincrasia propia del guayaquileño”.
¿Usted está consciente de que la máxima autoridad eclesiástica de una diócesis puede retirar cuando quiera y de cualquier parroquia a un sacerdote?Así es, siempre y cuando se apoye en las razones de los cánones 1741 y 522 del Derecho Canónico... ¡No es un capricho! ¿Cuando usted habla de esos cánones, quiere decir que estos contemplan la remoción, pero por causales explícitas?Así es. Tanto es así que el Arzobispo de Guayaquil no ha esgrimido ninguna causal del código respecto de esos cánones. ¿Usted le hizo ver eso a él?Sí. (Mostró una carta enviada al arzobispo). Él no ha esgrimido ninguna observación referente a esos cánones. ¿La forma de retirarlo de María Madre de la Iglesia de Los Ceibos no fue la adecuada? ¿Cree que el arzobispo fue indelicado y que debió llamarlo a su oficina en la Curia y comunicárselo personalmente? Debió dialogar conmigo. Sobre todo originar un respeto a quien ha trabajado... Debió conversar... Así es la forma de proceder de cualquier ejecutivo y mucho más de un pastor, hacia quienes trabajan con él.¿Cree que él actúa más como ejecutivo y no como pastor? ¡Creo que sí! ¿Es verdad que de la Curia acudieron a hacerle una auditoría, por los bienes que usted tenía en la iglesia de Los Ceibos?Así es. Dentro del inventario le dimos ornamentos, pupitres, computadoras, manteles para el servicio al culto; más lo que hay en la casa parroquial, así como también dinero que está en una cuenta del Banco de Guayaquil, recogido como parte de lo dado por los feligreses. ¿De cuánto hablamos en dinero en efectivo? Asciende a más de 10 mil dólares. Se lo dimos (al arzobispo) dentro del inventario. Y de esos bienes, durante el tiempo que estuvo en Los Ceibos, ¿qué le dio a usted el arzobispo Antonio Arregui? La Curia nada, peor el arzobispo. Todos los bienes de Los Ceibos fueron dados por los feligreses de la parroquia. ¿Y qué le daba usted a él? Yo le daba mil dólares mensuales desde el año en que él ingresó a Guayaquil.(Mons. Antonio Arregui ingresó a Guayaquil el 31 de mayo del 2003).¿Y toda esa plata a dónde va? Para gastos de la Curia. Y ese dinero que ahora maneja la Curia, ¿es auditable? (Esboza una sonrisa). No sé en qué lo gastan. Puntualicemos. ¿Por qué cree que lo retiran de Los Ceibos? Uno, por los años de estar ahí (casi 23). Dos, porque probablemente influenciaron pedimentos políticos, soy un estorbo. Y tres porque nunca le permití (al arzobispo) que los nichos de cenizas que están en la cripta de la iglesia de Los Ceibos sean vendidos, solo para sacar dinero y no para servicio exclusivo de los parroquianos.¡Uhhh!, pero eso que usted dice está muy fuerte, ¿no cree? ¡Y no me retracto! A propósito de lo citado anteriormente por usted. En su parroquia dicen que ciertamente su salida se debería a una cuestión política. Probablemente sí. ¿Quiere decir que usted daba sermones con dedicatoria especial a algún personaje del Gobierno actual?No, pero sí exponía la doctrina del amor frente a quien insulta, veja, divide y guarda rencor contra el prójimo, y así con esas faltas, se permite dejarse ver comulgando en público. ¿Usted quiere decir que ¿‘A buen entendedor’?... (Interrumpe). Sí, a buen entendedor pocas palabras... Al que le calce el guante que se lo chante. Pero, ¿es verdad que durante el penúltimo sermón suyo en Los Ceibos, usted habría incitado a sus fieles a que voten el domingo próximo por ‘Madera de guerrero’, mientras en una de las bancas de la iglesia se encontraba como oyente Fabricio Correa, hermano del Presidente de la República?¡Absolutamente falso! ¿Y de dónde cree salió eso? ¡No tengo la menor idea! La misa del Viernes Santo nadie predicó, porque la Iglesia no celebra ese día y el Jueves Santo tampoco prediqué, porque había el lavatorio de los pies. ¡Nunca he dicho eso! Recapitulando, ¿cree que al Arzobispo lo presionaron para que lo retiren de Los Ceibos? No lo sé, pero esa impresión circula entre todos los feligreses de la parroquia. ¿La Iglesia a veces es manipulada por el poder político? Sí, sobre todo cuando hay intereses económicos dependientes del Gobierno. Usted continúa respondiendo fuerte... Se está poniendo la soga al cuelllo, ¿no cree?Soy guayaquileño, y por consiguiente soy franco. ¿Madera de guerrero?¡Madera de guerrero! ¿A qué parroquia va a ir ahora? Por el momento no tengo ninguna confirmación oficial de parte del arzobispo. ¿Y de qué vive actualmente?De la herencia de mi padre. Sus fieles no están de acuerdo con su remoción y aún piden al arzobispo que lo reintegren, ¿eso no cuenta para Arregui? Debería contar, porque son los sujetos activos de una parroquia, y en otros tiempos ellos (fieles) eran quienes nominaban a los párrocos, inclusive a los obispos. ¿Está acaso sugiriendo que así como en las elecciones de los políticos debería elegirse a los curas que nos gobiernen? Habría que hacer un acuerdo entre la autoridad y feligreses, porque a fin de cuentas son los fieles los que saldrían beneficiados o perjudicados. ¿Fueron beneficiados los fieles de la Arquidiócesis de Guayaquil con la designación de Arregui como arzobispo?¡No creo! porque esperábamos a alguien ecuatoriano, que entienda la idiosincrasia propia del guayaquileño.¿Y Arregui la desconoce? Totalmente, porque siempre estuvo en Quito o en otros sectores de la Sierra. Pero usted sabe que a él, pronto le llegará el cardenalato.El papa Benedicto XVI debería pensar más en un nacional y no en un extranjero.O sea que ¿ya basta de falta de identidad en el Ecuador? Así es. Tenemos al clero nacional suficientemente preparado. ¿Usted cree que la voz del pueblo es la voz de Dios? Así es.Siempre se cacarea aquello de que la Iglesia está formada por la jerarquía y pueblo, ¿verdad? Así es. Si eso es así como usted dice, ¿por qué entonces la Iglesia no escucha al pueblo, entendiéndose que este es la voz de Dios? Yo no diría la Iglesia, sino un determinado grupo de pastores que viven alienados de la realidad en donde están insertos.Entonces, ¿o la voz del pueblo no es la voz de Dios, o el arzobispo no la escucha?Habría que preguntarle a él. Así como la Iglesia Católica de Guayaquil, y del mundo entero, pide ofrendas y colaboración a todos los fieles, ¿acaso sería justo que esa misma Iglesia acepte y permita que un cura continúe en una parroquia por pedido de sus fieles?Así debería ser, si es que respetamos a los feligreses. ¿Entonces la Iglesia aplica la ley del embudo, esto es que, yo te pido domingo a domingo, pero no te doy cuando tú me pides?Desde esta óptica que estamos viviendo, sí. Alejémonos un poquito del tema, pero sin perder el hilo del tema central. ¿Por qué usted no estuvo el último Jueves Santo renovando sus votos en la Catedral Metropolitana de Guayaquil, junto a sus otros compañeros sacerdotes? Porque me gusta obrar con rectitud de conciencia, y no por mero formalismo.Pero se pudo pensar que el padre Gagliardo no quería verse con el arzobispo ¿o es que quiso evitar que los reporteros y los medios de comunicación le hagan preguntas al respecto?Quizá lo segundo.¿Prudencia? Por prudencia... Para no escindir a la Iglesia.Sin embargo, unos días después, usted tampoco asistió a la reunión que el Arzobispo tuvo con los sacerdotes de la Diócesis en el Seminario Mayor Francisco Xavier de Garaycoa...No supe de esa reunión. ¿No lo invitaron?¡Nadie me dijo nada! Si usted no renovó sus votos ese día que lo hacen los sacerdotes del mundo entero, ¿podría pensarse que está dubitante en su Ministerio? No absolutamente, porque los votos se hacen para toda una vida sacerdotal. Pero este tipo de acontecimientos (remoción) ¿debilita las ganas de continuar adelante en el ejercicio sacerdotal? ¡Creo que sí! ¿Muchas veces las acciones pueden borrar pasiones? ¡Así es! Volvamos al Jueves Santo. Ese día hubo más de una veintena de curas que se dormían mientras el Arzobispo hablaba, ¿a qué cree que se debe eso? Primero, por falta de buena dicción del Arzobispo y por las fallas terribles de sonido del sitio (La Catedral). Ese jueves Arregui habló de los feudos, y sobre los sacerdotes que no deben creerse dueños de sus parroquias. ¿Qué opina al respecto?Primero, la palabra feudo es propia de España. Dos, ninguno de los sacerdotes nos creemos dueños sino servidores, por consiguiente, no nos toca el apelativo usado.¿Iba el mensaje dirigido a Federico Gagliardo? Primero, no lo escuché sino que lo leí a través de la crónica del viernes que publicó EXPRESO; y dos, no me siento dueño de nada material, sino del cariño de la gente. Usted habría dicho que a lo mejor se tomaría un año sabático, ¿verdad? Si es que no veo factible que pueda servir en la parroquia que me propongan, tengo derecho a hacerlo. ¿Pero ese año sabático lo podría hacer borrar pasiones y alejarlo del ministerio? No creo, porque gozo del cariño de mis fieles, tanto de México, Ibarra, Quito y Guayaquil. ¿Cómo es la relación del arzobispo Arregui, con los sacerdotes de la Arquidiócesis de Guayaquil? Siempre la he visto distante. Ni siquiera se entera cuando uno se enferma o tiene una intervención quirúrgica. ¿Acaso han habido sacerdotes que han pasado por un trance difícil y no recibieron oportunamente la visita de su pastor?Sí, en muchos casos. Deme nombres....El padre Hugo Vásquez Almazán, que ya falleció. Yo mismo (se refirió a que padeció un problema en la retina); el padre Gonzabay, de Simón Bolívar. Y recientemente acaba de morir un sacerdote al cual previamente la Policía lo tuvo que llevar al hospital.¿Quiere decir que de ese particular la Curia no estuvo enterada? Ni siquiera lo sabía.¿Indolencia de la jerarquía? Podría ser despreocupación. ¿Por qué cree usted que la mayoría de los curas no se conocen entre sí en la Arquidiócesis?Porque nos trajeron sacerdotes de otras diócesis de la Sierra para abrir nuevas parroquias en Guayaquil; mientras que a los curas nativos los mandaron a zonas rurales.¿A quién teme usted? Le temo al silencio de los buenos, no a la maldad de los malos. La frase no es mía, es de Gandhi, pero la usé mucho en la parroquia María Madre de la Iglesia, para despertar la conciencia de los buenos. ¿Teme acaso alguna sanción del Arzobispo por lo que usted ha dicho durante esta entrevista? No creo que tenga razón para sancionar, y no existe ninguna contravención a ningún canon (del Derecho Canónico), por lo que he dicho.El arzobispo indicó a través de una carta enviada en Semana Santa a un diario local, relacionada a su remoción, que era posible que se equivoque sobre la decisión tomada contra usted. ¿Cree que se equivocó al sacarlo de Los Ceibos?Creo que no era el momento oportuno para hacerlo, ni la forma de hacerlo. Se considera aconsejable retirar a los sacerdotes cada 5 años de una parroquia. También a aquellos que, como en su caso, tienen 67 años y son mayores. Si esto es así, ¿por qué el arzobispo Antonio Arregui, que tiene aproximadamente seis años como titular de Guayaquil y que cumplirá 70 en los próximos meses, continúa en el cargo?Porque la ley es para los de abajo y no para los de arriba. ¿Entonces se podría pensar que continúa la ley del embudo? ¡Otra vez! (rió). ¿Cuál es el estado actual del padre Federico Gagliardo, a sabiendas que tiene una casa donde vivir, pero no tiene parroquia dónde celebrar misa? En pie de lucha. No me siento viejo. Hay mucho por hacer.

martes, 28 de abril de 2009

fue una rendición de cuentas

Fue una Rendición de cuentas

De regreso al país luego de una cortas vacaciones y no precisamente visitando uno de los países previamente escogidos, gracias al escaso sentido común de un burócrata consular que me privó de volver a gozar las playas mejicanas, obligándome a cambiar de ruta caribeña lo que finalmente agradezco. En todo caso, ya de retorno a esta nación llena de ciudadanos revolucionarios, me encuentro con la definitiva renuncia de Carlos Vera como conductor de un espacio noticioso de Ecuavisa, debido a que la dirección editorial de dicha empresa pretendió reivindicar la “…posición de independencia y pluralidad inquebrantable…” que, obviamente, el citado periodista había comprometido. Es, entonces, un conflicto entre periodista y empresa que no admite mayores matices, sin embargo, resulta que el gobierno es el gran culpable de su separación ya que el canal prefirió “…el reclamo de la candidata de gobierno (María Duarte), infundamentado a mi libertad de hacer un programa (Cero Tolerancia) con quien yo programé (Jaime Nebot), me fui, simple.” (Universo, 22/04/09). Pienso que los hechos efectivamente son simples y, por ende, su interpretación también debería ser simple, mas no es simple imputarle al gobierno este desacuerdo y renuncia posterior, ya que la mera inculpación al sector oficial muestra su escasa imparcialidad política en el análisis, así como acusa tácitamente la pobre calidad existente en la dirección editorial de Ecuavisa.

Llegué a tiempo para votar el domingo 26 y lo hice apoyando una vez más el proyecto político que lidera Rafael Correa. Finalmente no hubo sorpresas, ni siquiera el probable triunfo de Jimmy Jairala en el Guayas porque el endoso de votos en familia no estaba garantizado. Pierina aún no tiene la oportunidad de exhibir meritos administrativos y polìticos que superen a los de simplemente hermana del Presidente, y, de otra parte, Jairala no es un desconocido ni candidato antipático al elector. Obviamente el triunfo de Jaime Nebot en Guayaquil tampoco fue una sorpresa, se lo esperaba. Era previsible, también, que el movimiento oficial obtenga la mayoría absoluta de la próxima Asamblea, así como tampoco es raro que el voto útil finalmente favoreciera a Lucio Gutierrez en detrimento de Noboa, pero de ahí a convertirlo en líder de la oposición es cándido. Lo que sí es perturbador para el gobierno son las votaciones seccionales en su conjunto, se prevé la pérdida de alcaldías en cantones importantes del país por obra y gracia, digo yo, de la secuela de resentimientos y alejamientos del movimiento oficial que se dieron luego de las elecciones primarias, mal impuestas y peor ejecutadas.

El triunfo de Correa, previsible o no, es realmente histórico, eso es innegable así se desgañiten algunos analistas señalando que se debió a la maquinaria estatal, a su populismo o a la inmadura y pobre oposición. No olvidemos que es un Presidente en ejercicio postulado para su reelección, dos años y más de gobierno desgastan y han desgastado a todos. Sin embargo, Correa salta el bache comunicándose con su gente directamente, manteniendo un discurso coherente, cumpliendo con su palabra en la nueva institucionalidad ofrecida y demostrando coraje en sus ejecutorias. Lo dicho es más importante que algunos de los vagos y superfluos criterios que escuché el domingo electoral. En todo caso, esta elección debe tomarse como la mayoritaria aprobación de una rendición de cuentas. Es que, efectivamente, un presidente reelecto en una sola vuelta electoral, que mantuvo una diferencia con el más cercano competidor de un 20% y más, indudablemente que fue aprobado con honores en su gestión. Sin embargo, no podemos soslayar que el período de transición institucional llega a su fin y que iniciamos la nueva república. En esta perspectiva creo que los errores de comunicación que el Presidente ha tenido, las equivocaciones de criterio en relación a algunos de sus más íntimos colaboradores y, además, la tenue voluntad presidencial en escudriñar la corrupción oficial, deben terminar.

Xavier Zavala Egas

un poco de mucho

El proceso de transformación tan esperado en el Ecuador debemos suponer que empezó con el triunfo de Rafael Correa Delgado. Antes, el cambio fue traicionado sucesivamente por un partidócrata escondido y un interinazgo anodino. Correa asumió el espacio con una hoja de vida coherente a su discurso y sus ejecutorias vienen demostrando veracidad y coraje. Todos los ecuatorianos libres pensadores, tan libres hasta para cuestionar al gobierno de Rafael Correa en sus errores, debemos aportar a la nueva república y, en tal sentido, me permito poner a consideración de ustedes este nuevo espacio de opinión sin ataduras, dogmas o sumisión.